domingo, 27 de marzo de 2011

Quilmes, Cristal


Lomas del Mirador, 24 de Marzo de 2011
Quilmes, Cristal


     Es más que obvio que hace mucho que tomo esta cerveza, como todos los argentinos que tomamos cerveza. Pero desde que comencé a hacer mi propia cerveza ya no la compro. Haciendo memoria, creo que no la compro desde hace casi 2 años. Como referencia para comparar con otras, esta cerveza tradicional argentina, no podía faltar en este blog al igual que otras tantas marcas conocidas que iré probando.
     La fama de la Quilmes Cristal, en los últimos tiempos, estuvo decayendo por rumores que son vox populi sobre malestares producidos después de su ingesta, especialmente en verano. Cada vez más gente dice que la Quilmes hace mal, que produce dolor de cabeza y malestares hepáticos. Y algunos la bautizaron “Kill me s”.
 Sin embargo sigue siendo la mas vendida. Sin más preámbulo, vamos a la degustación de este líquido tan famoso.
     Me pareció muy novedoso el indicador de temperatura que tiene la etiqueta que al natural es blanca y cuando ronda los 5º C (temperatura de heladera) aparece el símbolo de frío en color gris. La tapa es la tradicional de chapa tipo corona pero el sistema de apertura es Twist-off (a rosca). Al abrirla hizo ruidito, al servirla espuma abundante que se reduce pero no desaparece. De color dorada muy pálida, bien nítida y transparente. El aroma… tiene olor a cerveza, no se siente frutado ni ácido, ni lupulado. Solamente tiene olor a cerveza, no puedo describirlo, es el aroma que tuvo siempre. Al tomarla me llevé una sorpresa. Se percibe la sensación chispeante en la lengua generada por la carbonatación de media a alta y se notan sin dificultad la presencia de alcoholes superiores. El sabor a malta es tan leve o casi nulo que al terminar cada sorbo no deja sabor a nada en la boca. Como al tomar agua o soda. El lúpulo casi no se percibe, apenas un dejo leve de amargor. Al terminar el porrón, los alcoholes superiores me producen un leve dolor de cabeza.
     No quiero marear al lector con tanta descripción. Que la cerveza sea tan liviana que parece agua con gas, muchos no lo consideran un defecto, sinó una forma de ofrecerle al consumidor un cerveza tan liviana que se puede tomar como agua y que sea refrescante, que de hecho, lo es. Pero hay algo que es indiscutible, la Quilmes cristal, hace algunos años, no era así. Y, por otro lado, que sí destaco como defecto, son la presencia de alcoholes superiores, es imperdonable.
Conclusión: Esta cerveza me pareció apropiada para consumirla bien fría en los días de calor. Es refrescante y saca la sed pero no le sentí demasiado gusto a cerveza y me dio dolor de cabeza. No la volvería a comprar.

No hay comentarios: